domingo, 4 de julio de 2010

Talento para sufrir (el viaje de vuelta).


Hoy me despido de mí.
Es la misma distancia para ir, y para venir.
Pero el viaje de vuelta, es tan agrio, es hermoso. Volver Carlitos, volver.
Retornar, y tornarse, doblarse. Yo conocí un torno una vez en la fábrica de Pompeya.
Era imponente.
Reía, como un gran insulto.
Cada uno lee lo que puede…
La señorita de las preguntas y las respuestas en blanco, me pregunta, qué otra cosa podía hacer?
Son naranjitas picadas por un mosquito que no entiende de parábolas.
Conocen la parábola de los talentos?
El mosquito entiende mejor que todos nosotros juntos.
Ser parásito es una virtud, tomar sol blanco con los muertos es el talento del mosquito.
Esta casa ya no es la misma, la madera esconde espíritus, la madera es la misma que en todos los viajes de retorno, que en todas las despedidas.
Los crujidos son los que mudan la piel, como la serpiente, como el turista imbécil al sol negro.
Nunca me cuentes que hizo el pasado con tu piel.
Love is touch, touch is love.
Tu última nota me dio rabia, me hizo putearte.
Y vos cuando me querés dar aire, me dejás solo.
Te vas a dormir una siesta, y yo pienso que estás muerta. Vos soñando y yo creo que son convulsiones.
Mentime, pero decime “Vestidos, es mi noche de poker”. Y yo me quedo tranquilo con los pies adentro del río, ese que nunca es el mismo, dicen, porque para mí que miro su cauce desde acá, es parecido, casi igual.
Los grises nena, de carne y hueso, de noches de alcohol, de mate y sol, de palabra justa en el momento más frágil, de verdades a medias, de Magdalenas invitando una birra al borde del camino.
Nada de lo que se dice es profundo, son solo frases, hasta que uno, que anda rengo, lo lee y se ahoga.
Cómo se dice cuando uno está muy, pero muy frágil?
Lucía.
Claro, gracias.
Yo solo necesito que cuando tengas ganas de no tener ganas, me mires de tal manera y listo. Te veo distinta, te veo mañana.
Todos mentimos, y dice una amiga que todo lo que se hace, se hace por uno mismo.
Yo no estoy tan seguro. Por ejemplo, el pozo en el que tocamos fondo nunca es el mismo, otra amiga diría que es dialéctico, y yo creo lo mismo.
Según el llano, habrá un pozo, y habrá una soga, que te ayude a salir del fondo (sin fondo), o te ahorque.
La soga es el tercero.
La mentira es la metáfora.
El viaje de vuelta a casa (casa?), lindo momento ese.
Traición, con mayúsculas.
Talento para sufrir tienen algunos, y otros piensan que nada es tan imponente para dejar la vida ahí tirada. Yo no sé, sufro como si fuera la muerte y después me despego de todo como ceniza del pucho. Estoy en el medio, o en los dos lados, según la noche y el día.
Yo pienso que amarrar es decir pequeñas mentiras, es no hacerse cargo de los deseos que vienen en determinadas noches, amarrar es pensar que al otro no le vienen esas sensaciones, y si le vienen creo que me está engañando, que me está traicionando.
Amarrar es pensar que una sonrisa es inocente, y que una mirada es prueba en el juicio de los perros.
En la charla de la concha y el trofeo había tantas cosas mucho más reveladoras…
Cada uno lee lo que puede…
Y yo escribo para que no me exploten las venas.
Hoy despedite de vos, saludate desde el tren, si es que algún día querés volver a casa.

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