sábado, 9 de marzo de 2013

A la grande le puse Ratita.


Porque la tarima ya fue, me parece lógico que me vuelva al box.
Y cuando voy a la cárcel, disfruto el estertor.
(por el frenesí).
Uh! me dieron ganas de escuchar a Sandro.
Maniquí, a secas.

Te conté que tengo cucarachas, no?
Y que en este momento me hiciste acordar?
(vos, la que se cree muy lista y premonitoria, sí, vos).
Te conté?

Y que hoy por la mañana estaba descalzo en la compu y sentí como una caricia en mi dedito chiquito, miré y eran dos cucas cogiendo abotonadas...
No te conté, no?
Cuestión que se mudaron nuevos vecinos al depto de al lado que estuvo cerrado varios meses, se ve que espantaron a todas las cucas y claro en casa de Vestidis hay tranquilidad...

Pero si son grandes, no son de tu casa...
Te usan de telo
Si?
Sí, si son chiquitas viven ahí.
Si no, no.
No, son gigantes!!!
De donde vienen?
Qué sé yo!
No puedo saber todo.

Y por qué el tamaño determina su "hogar”?
No sé, pero si son muy chiquitas, tipo de 1 cm o menos, es que son tuyas.
Y... son como rojizas, color madera, y miden como 10 cms. Hasta tienen una cierta belleza.

Te voy a contar como llegó la primera.
Resulta que yo dormía y me despertó un ruido de bolsas.
Yo tengo algunas cosas por el piso, estudios de la rodilla, un coso para revelar fotos, etc.
Todo dentro de bolsas no reciclables ni biodegradables.
Cuestión que me desperté sobresaltado por tanto ruido
De bolsas, viste?
Y bue, medio dormido enciendo la luz y había una arriba de mi resonancia magnética.
Patinando (artística), encima del plástico óseo.
Ahí empezó esta cuestión y tengo pesadillas desde entonces.

Pero lo de hoy, las dos cogiendo al lado de mi meñique derecho fue demasiado.

Una llevaba a la otra abotonada del culo y la segunda iba como en el aire, extasiada.

Y las maté en ese momento.
Murieron contentas.

Eso pensé.



La ciudad de la Angurria.


No tengo ningún problema, el problema soy yo.




                                                                    Armá tu propio menú!
                                                       La papa rellena que mejor te represente!
                                                        Comé rico, divertido,  sano y nutritivo!
                                                                                    (¡!)


Con los ojos enmudecidos.
Con la mueca en crepúsculo.
Con las pupilas entumecidas.

Hoy Seba me recomendó que lea poesía antes del examen de creatividad.
Nada más acertado.
La poesía te sacude, te zamarrea la conciencia.
Te obliga a pensar aunque no estés en condiciones de hacerlo (y no esté de moda).

Soy las sombras que hablan y se mueven a espaldas de los paranoicos.
Soy la personalidad cínica de los esquizos.
El chivito expiatorio a la parrilla.

Todos los problemas viven en un solo lugar. Sin tiempos, sin espacios, sin mutaciones.
Acabo de cometer parri y geno cidio sobre el Indio (habitante originario) que me miraba desde la cueva platónica del Perico.

Esta culpa es autóctona. Este menú, el más económico.

Comete tu dolor, hacete un caparazón de grasas saturadas, como hacemos todos los gordos angustiados en la Ciudad de la Angurria.
Uno es lo que come.
Vos sos tu sufrimiento, o te le parecés demasiado.

Te mintieron feo:
Tu libertad no termina donde empieza la del otro.
Tu libertad no es nada si no podés compartirla con el otro.
Te mintieron, feo.

Y dame el combo grande de cheddar, rúcula y dignidad.



Sí, hoy vine acompañado. Mesa para dos. (Mejor para tres o cuatro).
Acá estamos, Yo y la infaltable y (a veces), silenciosa compañía de la sombra que proyecto Yo mismo en el espejo interior del cuarto en el fondo que me pertenece, a veces, y otras que me cierra la puerta (silenciosa e infaltable) en la cara.


En la ciudad de la angurria tengo vergüenza de quedarme con hambre, y mucho miedo a quedarme sin hambre.