viernes, 30 de enero de 2015

Natalio Ruiz, el memorioso.

Che, lo viste a Natalio Ruiz? Se murió, pibe.



Se murió de inanición y nunca se entero que a 30 metros de su tumba hay un shopping, un cine y bocha de puteríos.
Tomate el metrobus, no tengas miedo a que se caiga. Dobla como un acordeón de Pichuco.
Esta avenida que hoy llaman Juan b Justo no es lo que era, pibe.
Antes había un arroyo, una ribera, pasto, una bajada, un Borges, muchos duelos a muerte, pero ningún metrobus.
No pibe, tampoco se inundaba…

La ceniza no quiere ir al cenicero. (Cuando comenzamos a entender).
Igual me he de quedar, porque soy yo y es mi vida.

Para escribir poesías debería estar vedado, prohibido,
(mejor prohibido), que tiene mala prensa,
usar determinadas palabras, o juguetear con algunas herramientas
o deslumbrar con esos recursillos de Puán y
de cuando no había tele ni metrobuses.
Para escribir poemas uno debiera decir siempre la verdad,
nunca ocultar pequeños detalles y
menos que menos mentir sobre horrores y defectos.
Pero es contradictorio, porque si eso efectivamente ocurriera,
no existirían los poemas, ni las canciones,
todos escribiríamos críticas de arte.
(Y nunca haríamos nada artístico).

(Los taxistas no tienen nada que ver con las metáforas).

Para escribir en general, uno debiera inevitablemente leer.
Y si eso no sucediera, tal vez conviniera escribir de manera pretensiosa muchas palabras esdrújulas que suenen lindo y tener un carisma piola que reemplace talento por empatía.
Porque lo necesario en un poema no es el talento, ni siquiera las herramientas discursivas, ni lo saberes preconcebidos, ni evitar la cacofonía, ni perseguir un fracaso.
Lo necesario en un poema es.
En un poema lo que es necesario es.
Es un poema portador de eso que es.
Y para escribir una poesía bla, bla, bla.
Y entonces blablá, blablá. Crunch, crunch.
Rasguñando cada frase uno llega al momento preciso,
consistente de.
De.
The potential you'll be that you'll never see.

Mientras haya sombras, habrá cuerpos.
Y no da para detenerse en ese detalle de luz.
No da para distraerse y (…) contra el marco de una ventana.
Mientras haya canciones, habrá voz.
Y no tan mientras tanto, pocos son los que notan.
Y entre gritos todos buscamos una palabra. Una pala que abra entre los cimientos.
Y si miento es para que haya salidas. En una entrada perdida detrás y debajo de los muros.
Mientras haya manos, habrá otros.
Fin del desconcierto, aplausos y vuelta a casa. Tras de mí, en.
Ahí.
Mientras.
(Viven en la superficie)
Y no saben nadar. Y no entienden nada.
Que para sombras, cuerpos, canciones, voces, manos, los otros, el dolor y la conciencia, hay un después irreversible y maduro.
Y mientras tanto aprendé a nadar. No te cuides tanto de la tos. Adónde fuiste a parar hombrecito?
No ocupes lugares acordes con tu alcurnia, si no nadás, no vas a entender que el río nunca es el mismo. Y que va siempre a parar al mismo lugar. 

He never wants to see you once again. 



domingo, 4 de enero de 2015

La mitad del Vaso.

Alguien tiene que tirar los vasos, y romperlos.
O rogar que sean de plástico.
Ella no lo sabe pero lo peor que podía hacer era dejarme en ese patio solo.
Cuando uno tiene veinte años y una novia hermosa piensa todo el tiempo,
“¿cuándo me va a abandonar?”
Cuando uno tiene treinta años y una novia hermosa piensa la mitad del tiempo,
“¿cuándo la voy a abandonar?”.
La otra mitad del tiempo piensa en cuando tenía veinte años.

Alguien los tiene que tirar. No serán de vidrio nunca más.

Entre toma y toma te escribo algunas líneas. A vos que estás tan lejos, como a cinco cuadras.
Mi jardín de infantes estaba a cinco cuadras. Un abismo.
Uno nunca es desconfiado de casualidad.

Acá estamos. Esto somos. No te necesitamos. Pero nos encantaría que digas algo.
Me voy por acá. No. Por ahí no.
No me sigas, pero quedate. Acá estamos, esto somos.
No nos gusta que nos invadas. Pero nos seduce que creas que podés.
Me voy por allá. Por el hueco que imaginaste.
No vengas, pero tampoco te vayas.
Acá no estamos, esto únicamente somos.
No tomes. Tampoco dejes de tomar. Y no temas, es apenas una sensación.
Somos la idea de tu película, pero sólo la idea.
No cortes mis canciones, cortame las puntas que están florecidas.
Acá somos. Esto estamos.
No mucho más. Lo suficiente para confundirte.
Me voy a confundir. Me quedo. Pero me voy.
Somos un momento de ternura y acá estamos y esto somos.


Ella no lo sabe pero lo peor que podía hacer era volver a buscarme a ese patio.
Alguien los tuvo que tirar para que pueda pisarlos descalzo y cortarme.
Al que quiere mentiras, hay que darle mentiras.
Y al que muere por ser elegante hay que forzarle el sentido de las cosas, los sentimientos de la gente, con el único motivo de que pueda contar la historia que quiere contar. Porque no va a ser honesto nunca.
La honestidad nunca va a ser elegante.
Me gusta el escritor que se pregunta adónde van?
Me gustaría poder escribir alguna vez una nota que no tenga la palabra vos.
Cuando uno tiene cuarenta años, ya no tiene una novia hermosa. Y piensa mucho en eso.
Alguien tenía que traer los vasos para que vos puedas tirarlos.
No es culpa de nadie. Alguien tenía que inventar un recipiente para el ferné.

Las hojas de mi Limonero se están volviendo Limones. Y como buen padre ausente, no me gustaría verlas crecer, prefiero usarlas en mi ron.

Eso que leíste es sólo un guión técnico, ahora voy a armar el plan de rodaje.
El que inventó la calculadora debería encontrarse con el que creó la guitarra.
Y juntos deberían meterse en una bolsa de dormir a orillas del Lago Puelo.
Todos somos egoístas, no te preocupes por eso. Vos además sos ineluctablemente hermosa.
Siempre hay algo que nos tapa todo lo otro.
¿La montaña o el cangrejo?



Hoy hay luna llena, por eso estoy tan estepario.
La puta que te parió, karma police.  
Es el dedo o es el sol. A quién le importa?
Te lo imaginás a Cortázar explicando Bestiario?
Me llena de anhelo. Propone y propone. Y yo pospongo.

Esta mujer.

Vuelvo al barrio, vuelvo a mirar al sol por la ventana. Soy el puto Lucifer.
Mejor así. No tengan clemencia conmigo. Nunca la tuvieron, no empiecen ahora.
Ya intentaron matarme tantas veces que no puedo negar que estoy vivo.
Lucy. De él es.
Lucidez.

Las obras no se terminan, se abandonan.
Chau Nota, todo muy rico. Gracias.