miércoles, 6 de febrero de 2013

Bohemias del Bolsón y Misóginos caballerosos del Barrio.


Bohemias del Bolsón con un pie en la alpargata comunitaria y con el otro en el muslo de papi que tiene casa en Langostura.

Garroneros del vuelto ajeno. Viven a expensas de la mensualidad que el mundo les tiene que pasar.

Analfabet@s adictos al inicio del facebook que ponen fotos de nenitos africanos hinchados y “dale me gusta”. Eso sí, pagar impuestos a las ganancias, es el peor insulto que un gobierno populista y demagogo les puede escupir.

Jugás a la pelota con tu abuela y le tirás caños gracias a su artrosis.

Yo viajo a dedo para no pagar y para ver si me culea algún tipo prolijamente violador. Y si tiene la cara del tío, me mojo apenas me levanta.

Pibas que planean desde los nueve años su boda junto al primer cagador con carita de simio que les prometa vacaciones en Brasil y un autito para sacar a pasear a mamá.

Hablás mucho, el silencio te pone los nervios de punta. Te hace acordar a tu familia.

Misóginos disfrazados de jóvenes profesionales decentes y caballerosos. Cuando hablan de minitas, siempre lo hacen con tono jorgitocorona y describen al detalle todo lo que le hicieron al objeto femenino que garcharon. Porque mamá hay una sola y nunca cogió, ni chupó verga.

Tragás todo lo que te ponen en el vaso. Y escondés los cubiertos para poder comer con la mano.

Te hacés el terrible verga, poronga del desconcierto y el placer incansable y sos un blandito, blanquito y blablacito.

Novio bobo e inseguro que con tal de seguir con esa mina, te bancás quedarte solo, sin amigos, ni familiares. 
Ni a tu mamá escuchás, tenés la leche hasta en los ojos y creés que la golfa que duerme a tu lado es una princesa. Infeliz! Cuando dejes de ofrecerle algún tipo de resistencia, te va a dejar antes que vuelvas con el pollito crudo en la bandeja. Eso sí, ahí no vuelvas a pedirnos que te cambiemos figuritas para llenar el álbum. 

Soñás que sos una gaviota pescando en el mar muerto.

Putona, señora casada, con una mochila de viajero de 90 litros llena de infidelidades recurrentes (sobre todo en viajes por el norte, aunque el sur, el este y el oeste también te excitan). Ahora mamita prolija que fuma faso para quedar cool con compañeros de la primaria. Contale a tu marido, beba bonita, parlale sobre lo que hiciste el verano pasado y el anterior y el otro y todos cuando él tuvo que ausentarse de tu lado (menos cuando estabas con el bombo porque sos muy respetuosa, y él también…).
Siempre te sentís acompañado por un ejército de iguales, de vecinos fotocopiados. En la facu, en el barrio, en los grupos de FB, en el boliche y sobre todo, en el espejo. Y a los otros, los sucios villeros los tenés automáticamente identificados. Un día tu hermano se puso una gorra visera y casi lo fusilás con la 9 mm. del abuelo coronel.  Que se joda por camaleón de la mugre.

Bohemias del Bolsón, misóginos caballerosos, al final eran los menos dañinos.

Sí, ya sé. Esta nota se me hizo larga y dejé el modo autocrítica off (en apariencias, en cada frase también estoy yo).



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