El viernes está en pausa. La elipsis le arranca un gesto al escritor.
El niño que conoció su juego preferido, lo ve del otro lado de la vidriera.
Las luces demoran en encender, titilan, casi que no alumbran pero calientan.
El hombre que supo trastabillar, camina a paso firme y sonríe.
Mira fijo a los ojos del futuro.
Ese llegó hace rato y que cada tanto vuelve a irse.
La semana no está completa, el joven sabe qué es lo que falta.
Desea, imagina, manda mensajes por todas las vías.
Se abren los paréntesis de la duda y las culpas que vienen de atrás.
Hay una mujer. Una mujer.
Que baila con las sombra y golpea en la sien de los fantasmas.
El niño, el joven, el hombre son uno y también nada cuando la mujer no está.
El pulso se demora. Los dientes aprietan las frases que retrasan la plenitud.
El viernes trae certezas, las mañanas previas reafirman que ahí, entre ambos, hay algo.
Cuando la tormenta del ayer sacude, quedan en evidencia los nuevos cimientos.
Su fragilidad, su inestabilidad estructural.
Aun así, resisten acurrucados, débiles y hermosos.
Más tardes necesitan los niños que se descubren y se desnudan en el pasto.
Más claridad de esa que generan juntos para opacar todo lo que cargan.
El joven carga en la espalda, la mujer en los oídos. Cargan, llevan y soportan.
Ya no más, debieran decir. Pero siguen siendo débiles y nerviosos sus pasos.
Hay un umbral, hay una luz detrás del cuadro. Hay una camita. Hay nombres y sellos.
El amor es sólo una cosa, pero la que envuelve a todas las cosas.
El amor es sólo una cosa, que quiere ser todas las demás cosas en una vida.
Hay desencuentro, tangos, cumbias y ella es un arcoíris pero de esos mirame y no me toques.
Nunca busques la canasta de oro en donde nace este haz de luz.
El marco del cuadro es el umbral, de porcelana y barro.
Cuántas mareas tendrán que pasar para que podamos responder la pregunta.
Llegamos hasta acá, qué pensás hacer con el resto de tu vida?
El barro es frágil frente a las inundaciones, pero se solidifica con el calor intenso.
Cuándo es el resto de la vida?
Hoy.
Y Mariana.
Escrita a duo.
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