Desnuda,
con las uñas de pies y manos en rojo sangre,
con los labios morados,
sobre un fondo de mármol
y rejas tetánicas.
La palma sosteniendo la nuca,
formando un ángulo empinado en el codo.
Sos un símbolo de quietud,
indiferencia y sensualidad.
Estás contemplando,
tal vez, un poco abstraída.
Formando parte del cuadro,
agregando vida
y a la vez mutis y desconsuelo.
Él se mezcla con el espectador,
se consustancia,
él es la cámara
y también quién mira hacia la puerta.
Es un ojo inconsciente y distante.
No hay un sólo paso por el túnel,
se disuelven las piernas en el espacio,
cíclico, feroz e indeterminado.
Él habla con el supuesto ojo,
ella sonríe a la voz que canta y la toca.
Vas a estar parada dentro de una cripta,
atravesando a la mirada y el recuerdo.
Sí, sos un dedo mártir.
Un devenir fraguado y ajeno.
Sodero & su amigo sensible.
Hoy me miro las uñas de los pies y de las manos en rojo sangre y me imagino que soy la mujer del costado... Hace tiempo no me imagino en tus palabras
ResponderEliminarViene bien para la lluvia.