miércoles, 17 de noviembre de 2010

La tarima del vacío multinacional.

Sentado sobre la madera que cruje y sangra.
Cuál es tu deseo más profundo?
Crear. Y tal vez, reconstruir.
Las voces se pisan, se mezclan banales.
Suenan miles de teléfonos, la gente habla de cosas que no tienen ningún sentido.
Sentado sobre la sombra de lo que no quiero ser.
Qué te gustaría hacer?
Cuando no hay dudas y hay preguntas, estamos jodidos.
Pocos piensan en las causas reales de sus sufrimientos.
Tienen ansiedad, se deprimen, están enojados, siempre enojados.
Si la pregunta no es la correcta, la respuesta profundizará el error.
Sentado en la alfombra llena de parásitos invisibles.
Cómo te imaginabas que sería tu vida?
 No me acuerdo.
En cualquier lugar menos en esta tarima de maderas huecas.
Hay un tipo canoso que quiere ser rubio que sonríe sin mueca, sin gesto.
Y me miente sabiendo que no le creo, por simple sadismo.
Con quien te gustaría estar?
Con un manojo de amigos, algunos de mis progenitores, y con vos.
Cubículos inverosímiles amontonados reciben a seres que no quieren ser bienvenidos.
Que se apoyan contra sus mentones, y sobreviven lejanos de su vida.
Recibir órdenes ilógicas, reproducir y mantener un orden cínico.
Ese es el designio de la mayoría de nosotros. Y no nos quejamos.
Nos educaron para que aceptemos, y aceptamos.
Estamos arriba de la tarima, abajo y martillando sus clavos oxidados.
Nunca reflexionando sobre sus cimientos de cartón.
Da igual, todos estamos esperando que las maderas se quiebren, por el peso del aire.
Ilusos.
Insisto, qué te gustaría hacer y ser?

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