El Golpe Bajo

Del terror imprescriptible a la industria mediática de los desaparecidos.

La semana de conmemoración mediática por el cumplimiento de 30 años desde la última interrupción democrática en la historia argentina, osciló entre el completo oportunismo político y económico, muy poca o ninguna autocrítica, altísimos niveles de hipocresía ideológica, y algunos mínimos espacios en los que se hizo un análisis al menos parcialmente sustancial, con el planteo, aunque escaso, de las acciones, apoyos, indiferencias y traiciones de los distintos sectores de la sociedad.
La visión unidireccional de los medios masivos de difusión es evidente: el golpe fue obra y producto de sólo dos situaciones; por un lado, el inoperante gobierno de Isabel Perón y su oscurantista ministro López Rega, y por el otro, la locura de tres asesinos autogobernantes que querían eliminar de la faz de la tierra a quienes pensaran distinto. Nada se dijo del plan sistemático Cóndor delineado por los EEUU para implementarse en los países del Cono Sur, con un claro trasfondo económico neoliberal. Nada se dijo del papel especulativo y predominante en la economía domestica del capital financiero, de la nacionalización todavía impune de la deuda externa privada. No se habló tampoco de la instauración de un individualismo atroz como modelo social de auto y alter exclusión. Ni de la institucionalización de la lógica del miedo y el no te metas que reina aun hoy en innumerables espacios de conflictividad social.
Parece que en esos 7 años no vivió en la Argentina nadie más, ni los “capitanes de la industria” multiplicando sus ganancias (“plata dulce” de por medio), ni la Iglesia entregando a sus fieles (confesionario de por medio), ni la mayoría indiferente (campeonato mundial de por medio), ni los periodistas sumisos y sumidos en el ocultamiento de lo que estaba sucediendo. Rodolfo Walsh envío su, hoy celebre Carta Abierta, a todos los medios y recibió un silencio atroz de todos y cada uno de los medios importantes. Perdió la vida en uno de los actos de despojo y humanismo más grandes de nuestra violada historia nacional.
Oportunismo político es: un documental vaciado de contenido por cada canal abierto enarbolando la bandera de lo que podría llamarse, la industria mediática de los desaparecidos -el desaparecido vaciado de todo sentido real, y llevado a la masividad mediática como una palabra, como un ente que en nada se relaciona con la tortura, los vejámenes, las violaciones, etc.; recibidas y sufridas por seres reales asesinados por otros seres humanos, derechos y humanos-. Hipocresía ideológica es: que Hadad haga un documental sobre el golpe cuando hace no más de dos años estaba prohibido mencionar la palabra dictadura en Radio 10, era el Proceso de Reorganización Nacional. Ninguna autocrítica es: que el hoy columnista estrella de Clarín Eduardo Van Der Kooy se haya reunido con Videla en pleno gobierno de facto y además de elogiar profundamente la política de gobierno, instó a “acrecentar la importancia de los medios en la preservación de las libertades de un pueblo”, sin palabras.
El acto de conmemoración fue masivo y tuvo por un lado, la participación de amplios sectores sociales y por el otro, los conflictos organizacionales de siempre, las banderas facciosas por encima de la reivindicación general, un discurso fuente de conflicto (por sus críticas al gobierno), con el que Madres y Abuelas no estuvieron de acuerdo, disputas por el protagonismo y los laureles políticos. Todas diferencias que le quitan fuerza a la impresionante presencia popular en la Plaza de Mayo, que sirven como caldo de cultivo para los titulares del día siguiente, que les dan letra a los oportunistas detractores de todo movimiento que atente contra la quietud institucional, moral y mental. Los rectores del status quo.
El saldo positivo después de tres décadas de avance democrático es que la verdad poco a poco está saliendo a flote, mal les pese a muchos, la grieta está abierta y día a día se hace más público el terror de aquellos años, se filtran los sucesos reales. Los 24 de marzo venideros, además de generar fines de semana largos y días libres para ir de shopping, serán una señal de atención, un despertador para los que aun sigan durmiendo en el sueño eterno de la pasividad social. Lo importante será empezar a reconocer responsables que siguen tranquilos en el anonimato, profundizar en el encuentro, no ya en la búsqueda, de justicia, derribar los muros de la intolerancia, abrir las puertas de todos y cada uno de los centros clandestinos de tortura, descubrir la identidad de los más de 400 hijos apropiados que siguen sin conocer su pasado, refrescar la memoria de los olvidadizos de siempre. En pocas palabras y utilizando materialmente un término teológico, la búsqueda de redención. “Sólo la humanidad redenta toca plenamente su pasado”. W. Benjamin.