miércoles, 22 de septiembre de 2010

El sillón, el estacionamiento y el tocadiscos.


No sé como volver a casa.
No pasa nada, yo tampoco.


Dos jóvenes toman unos apetecibles tragos, echados en un futón rojo.
Se miran de reojo, no dicen nada. Se escucha un tocadiscos girando en falso.
De pronto la chica deja su vaso en un costado y mirando al chico dice:
“de esto no se puede hablar en una película”
El chico mira hacia arriba, toma un trago largo y susurra:
“te parece que una metáfora será mejor punto de partida”
Ella sin mirarlo responde “no sé si de partida, pero al menos no será de llegada”

Se quedan en silencio, se miran cada tanto, ensayan sonrisas tímidas, él enciende un cigarrillo, ella mira fijo a la llama, toma lo que queda en el vaso, apoya las manos en las rodillas, él deja la ceniza en un cenicero de pie de madera. La mira, luego a su mano libre, toma otro trago, pita. Ella mira directo a cámara y luego fija sus ojos en un punto alto de la habitación. Él se cruza de piernas, le echa una última mirada a la chica. Se quedan inmóviles durante dos minutos, se escucha el tocadiscos girando cada vez más rápido.

Fin.


Vi tu foto y me dormí en una habitación. Quién debería ser? Qué debería hacer?
Me gusta imaginar que leés esta nota desayunando.

No quiero sufrir por amor. Que coincidencia, yo tampoco.

Alguna vez te sentiste no deseada por mí? Yo también.

Pasa el tiempo y no sé si estás desnuda o tenés un solo vestido...


En medio de un estacionamiento hay un sillón que alguna vez fue lujoso. Las paredes del lugar están perfectamente numeradas y separadas por líneas amarillas.
Se escucha de fondo un auto que no termina de arrancar, parece que arranca, pero no, falla.
Sentado en el suelo, del estacionamiento 27 un hombre intenta acomodarse al duro suelo de cemento. Mira al sillón que deja ver por una grieta de su tela la punta de un resorte desvencijado.
El sonido del arranque se vuelve pronunciado, parece que finalmente va a arrancar, pero no. Se ahoga.
El hombre intenta levantarse, resbala, decide quedarse en el suelo, se recuesta, sus manos atraviesan las perfectas líneas amarillas que separan el estacionamiento 27 del 26 y del 28. Queda tirado con los brazos abiertos.
El sillón se ilumina de golpe por una luz blanca que le da de frente.
Se escucha el sonido del auto, finalmente arranca, acelera un par de veces, el sillón permanece iluminado y el hombre queda en penumbras al costado, la luz gira. El ruido del auto se escucha fuerte, y se aleja. Se aleja cada vez más. Hasta que ya no se escucha.
El estacionamiento queda nuevamente en una semi oscuridad. Silencio.

Fin.


El exceso de pensamiento puede motivar estas desviaciones.


Nos reuniremos en una habitación.
Nos abrocharemos los cinturones, entablaremos conversación.
Nos tranquilizaremos sin culpas, sin mentiras, sin miedo, desacuerdos, sin juzgar.
Estaremos, responderemos, ampliaremos, incluiremos y nos permitiremos perdonar.
Disfrutaremos , evolucionaremos, distinguiremos, preguntaremos y aceptaremos, admitiremos, divulgaremos y nos abriremos, buscaremos y hablaremos.
Esta es mi utopía, es mi utopía. Es mi ideal, mi finalidad. Utopía, es mi utopía. Es mi nirvana.
Mi máximo. Abriremos los brazos, nos arrojaremos. Caeremos a una red de seguridad. Compartiremos y escucharemos, apoyaremos.
Y recibiremos impulsados por la pasión. No como una inversión a resultados, respiraremos.
Y seremos encantados, divertidos por la diferencia. Seremos gentiles y tendremos espacio para cualquier emoción. Crearemos foros, hablaremos en voz alta.
Seremos escuchados, nos sentiremos vistos.
Nos opondremos a los obstáculos, más definidos, agradecidos.
Sanaremos, seremos humildes. Seremos imparables, tomaremos y dejaremos ir.
Y sabremos cuando hacer cada cosa. Liberar y desarmar elevarnos y sentirnos seguros.
Esta es mi utopía, es mi utopía. Es mi ideal, mi finalidad. Utopía, es mi utopía.
Es mi nirvana. Mi máximo. A.M.

No sé como volver a casa. No te preocupes, nadie sabe.

4 comentarios:

  1. aunque sé que no era alusivo a mi persona, me encantó leerte mientras desayunaba.

    vi tu foto y me dormí...

    m.

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  2. Seguis alimentando fantasías... haciendo revivir pasiones dormidas.
    Ay como me gusta leerte! Otra caricia y otro silencio para vos. :)

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  3. Epa! recién hoy me doy cuenta quien publicó el segundo comentario. No puede ser que me cuesten tanto los detalles.

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