domingo, 4 de noviembre de 2012

Presente (la eternidad en la que estás).


Por nada. Ese es el beneficio de la duda.
Con eso nos conforman. De eso vivimos.
Por nada. No es nada. Gracias por venir.
O me vas a decir que estás contento con lo que producís?
Con lo que sos, día y noche?
Nada. Nacimos para serle en obra y gracia.
Somos absolutamente nada. Y todo eso.
Nadie puede eliminarnos el desatino de pensar. Y eso es lo peor.
Qué hacés? Festejo mi cumpleaños, el último, igualito al primero.

Estás perdido. Estás perdida. Este mundo te hizo a imagen y semejanza
de lo que quiero que seas.
Como todos los vuelos, levantás y después el viento te lleva.
Te ahogas y como todos los vuelcos, después el vientre te lleva...

Gracias! Por nada. Sos. Eso solito. Infinito de palabras para alejarte de las gracias.
De la Gracia.
Dale! Levantate, acá tengo una oferta extraordinaria que no te puede faltar.
Cuanto más cerca estás de tener un baño limpio, más lejos del inodoro te empezás a sentar.
Un prontuario no se borra, queda como un tatuaje. Tatuaje falso.
Y mi tremendamente emperatriz.
Debería tener entradas por vagancia y desacato a la autoridad.


Inútil es pelear, no puedo detenerlo.
Que así sea.  



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