miércoles, 9 de marzo de 2011

El carnicero, la vaquita, vos, yo y todos nosotros.

A quién puede importarle si esta noche voy al lujo con alpargatas de yute?
Será verdad que todos somos vaquitas y carniceros?
En el lujo no dejan que saquemos fotitos, como en los museos y los bancos.
En la carnicería no dejan que pensemos en los corderos llorando ante su muerte.
No estoy de acuerdo con relativizar la maldad y las buenas intenciones.
Tampoco estoy de acuerdo con la “democrática” posición de respetar las leyes porque sino no podríamos vivir en sociedad.
Una cosa es respetar el tránsito, otra el status quo de la ley y sus abogados carniceros.
Puede que la idea que todos somos vaquitas funcione en alguno de los planos de una vida.

José Mercado y Pato trabaja en una carnicería. 

Estamos en la tierra de todos, pero muy pocos se dan cuenta.

Te amo, te odio, dame más!

No entiendo como nike aun no hizo alpargatas de yute.
El encantamiento es una especie de manipulación poética. No puede durar.
Miro alrededor, hay miles como yo, igualitos. Hay que encontrar la forma de tender puentes para saltar los ríos y las fronteras que nos vienen construyendo desde hace más de treinta años.
En la escuela, en la televisión-gurú, en nuestras familias embrutecidas, en los laburos sórdidos de jerarquía, en las facultades funcionales y fundantes de nuestra quietud.

Tal vez el amor es verdad poética, como sea, si te hace sonreir, si te da fuerzas para querer compartir proyectos, si llena de sentidos tus acciones, el amor es libertad.


Salvaje y cruel, seguro en mi soledad.
Tu voz me hizo ver, tu luz me alejo del mal.
Y si algún día…
Aun así, la conciencia me traerá paz, aun si el mundo me abre heridas brutales, seguiré buscando el brillo en los ojos y los deseos de mejorar las cosas que muchos compartimos y pocos hacen carne.  
No volveré a ser feroz, ni a dar temor, ni a hacer del miedo un hogar.
Hoy los pocos que hacen carne, tienen que vendérsela sí o sí al carnicero.
Y el socio anónimo es el dueño de la moral y el apaciguamiento de nuestros fuegos. 

A ver amigos! Cuando nos ponemos dignos y nos vemos a la cara!

Si no se desarma y sangra, no podremos curar nunca la herida y nos saldrán cicatrices con forma de $.

Sin conciencia, duda y crítica no hay forma posible de ser realmente libres.


Cuasidesvestidosdeciudad. 

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